Navidad: lo que realmente importa

Rápidamente se nos viene la Navidad encima. La época más bonita del año, pero también una época de carreras, presas y en muchos casos, estrés. Es muy fácil desgastarse, y no disfrutar...pero realmente es una lástima no hacerlo.  

Unos años atrás me sentía peleada con el tema regalos, y no es que no comprara, pero lo hacía tal vez de mala gana o con un sentimiento de obligación. Eso ha cambiado y ahora me parece algo bonito y me gusta dar algo que realmente a la gente le vaya a gustar, entonces para disfrutar el proceso, intento organizarme con tiempo, hacer listas de Excel, y dedicarle el tiempo a pensar y buscar lo ideal para cada persona. Este año en particular, me puse la meta de tener casi todos los regalos comprados a más tardar el 30 de noviembre, ya que estamos full de ferias en diciembre y quiero concentrarme en el trabajo (los días de feria) y en las chiquitas (los demás días) y saber que no tengo esos pendientes, ¡y menos andar corriendo a último minuto! Aunque claro, propiamente los días de ferias aprovecho para comprar algunas cosas locales a los colegas emprendedores.

Paralelamente, confieso que tengo cero gracia para decorar… mis hijas ya están acostumbradas (¡y resignadas!) a que nuestra casa se decora básica y sencillamente…y pues, dichosamente aceptan que esa es la mamá que les tocó, ja!

Pero realmente, creo que nada de esto debe ser el foco de la Navidad, y en esta época que puede llegar a ser de tanta locura, para disfrutarla, definitivamente hay que simplificarse, organizarse y minimizar. Y si tenemos hijos, sobre todo pequeños, enfocarse en pasar mucho tiempo de calidad, hacerles experiencias lindas y estar 100% presentes en los momentos en los que cuenta, como para decorar juntos el árbol, jugar, paseos, etc.  ¡Estos son sin duda los recuerdos que más van a atesorar!

Así que mis deseos para esta temporada navideña es que sus hogares estén llenos de paz, presencia y claro…¡muchas horas de juego!